La cadena de instalaciones deportivas, Body Factory, cierra 2019 con un balance muy positivo en su apuesta por la gestión de grandes instalaciones deportivas de carácter municipal y orientadas a un público familiar.

Así, durante el ejercicio 2019, Body Factory ha conseguido hacerse con el 100% del accionario del centro madrileño, Body Factory Prado de Somosaguas, de 5.000 m2 y situado en Pozuelo de Alcorcón. En el mismo sentido, la cadena de gimnasios ha pasado a controlar el 50% de la instalación de 6.000 m2 del sur de Madrid, Body Factory Móstoles. «La mayor presencia de Body Factory en el accionariado de ambas instalaciones supone que podremos llevar un control aún más cercano y exhaustivo de la gestión de dos de nuestros centros punteros y cuya evolución, en el último año, ha registrado crecimientos de hasta un 11%”, asegura Ángel Luis García Balcones, presidente de Body Factory.

Por otra parte, tras haberse hecho con el 100% del accionariado en el que ya era el centro de mayores dimensiones de la cadena, Body Factory Algeciras (Cádiz) –de 6.500 m2 de instalación y más de 13.000 m2 exteriores–, ha finalizado una primera fase de ampliación. “Hemos realizado una inversión de aproximadamente 1.000.000 de euros para dotar a la instalación de más de 800 m2 adicionales, mejorando los espacios y, en consecuencia, ofreciendo una mayor calidad del servicio”, asegura García Balcones.

En línea con esta política corporativa, Body Factory ha finalizado su contrato de franquicia con el centro deportivo Body Factory Fit Price Cádiz, situado en la capital gaditana, de dimensiones más reducidas y enfocado a una franja de edad más joven. “Se trataba de un modelo de negocio que había dejado de estar en consonancia con nuestra apuesta estratégica y que no generaba suficiente valor económico”, concluye el presidente de esta cadena de gimnasios.

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