Muchos deportistas profesionales se encuentran con múltiples obstáculos al reclamar una incapacidad laboral permanente, pero la mayoría desconocen que tienen derecho a ella cuando su carrera se acaba por las lesiones.
Si antes de la pandemia ya más del 95% de solicitudes de incapacidad permanente eran rechazadas en la vía administrativa, obligando a los afectados a acudir a los tribunales, ahora los expertos prevén cifras mucho más graves tras verse endurecidos los procedimientos, algo que posiciona al sector deportivo como uno de los mayores afectados.
Según afirmaciones de Fidelitis, grupo español de consultoría legal especialista en obtención de prestaciones sociales, “la mayor parte de la población desconoce que tiene derecho a una incapacidad laboral y los deportistas profesionales no son una excepción. En la mayor parte de los casos, cuando tienen que abandonar sus carreras debido a las lesiones producidas por el desarrollo de su actividad profesional, por el deporte en este caso, tienen derecho a una pensión por incapacidad laboral permanente en grado de total en la mayor parte de las ocasiones, pero no son conscientes de ello y abandonan sin más el deporte para reenfocar su vida laboral”.
Para los deportistas de élite esto no suele ser un problema, ya que tienen, por lo general, suficiente capacidad adquisitiva para cubrir sus necesidades durante el resto de sus vidas. Sin embargo, para la mayor parte de los deportistas profesionales, que cuentan con ingresos modestos, tener que reorientar al 100% su carrera profesional después de, en su mayoría, haber aparcado los estudios por el deporte, supone un reto muy importante que muchos no llegan a superar nunca y este tipo de prestaciones les puede ayudar a hacerlo menos cuesta arriba.
Lorenzo Pérez, presidente del Grupo, llega a concluir que “nos encontramos con auténticos dramas de chicos y chicas que se han dedicado en cuerpo y alma al deporte que amaban hasta que sus carreras se han visto truncadas por las lesiones, que ahora no saben qué hacer con su vida laboral, y que desconocen que tienen derecho a una pensión vitalicia que puede ayudarles a rehacer sus vidas”.
Para ello, conocer muy a fondo la normativa y procedimientos, o contar con un equipo especializado de profesionales para asesorar a los deportistas en este largo proceso lleno de obstáculos, será una máxima si se pretende obtener un resultado óptimo para el afectado.