El Parlamento Europeo respaldó la pasada semana un proyecto de medidas para aumentar la tasa de renovaciones de edificios y reducir su consumo de energía y las emisiones contaminantes. Todos los edificios deberán ser de 0 emisiones entre 2030-2050. Todos los edificios nuevos, desde 2026 públicos y desde 2028 el resto, deberán ser de «0 emisiones» y consumo neto de combustibles fósiles «casi nulo. Todas las calderas de gas natural o butano, estarán prohibidas para antes de 2035. Pero hay más…

Las medidas que aprobaron y pretenden imponernos a todos. El sector del fitness no se librará.

En edificios nuevos o reformados: será obligatorio, además de usar placas solares, contar con dispositivos de auto-regulación de temperatura separada por
espacios. Medición y control de «calidad ambiental»:

  • Nivel de dióxido de carbono.
  • Temperatura y confort térmico.
  • Humedad relativa.
  • Niveles de iluminación diurna o los niveles de luz diurna.
  • Tasa de renovación de aire por hora.
  • Confort acústico, como el control del tiempo de reverberación y del nivel de ruido de fondo y la inteligibilidad del habla.


    En edificios no residenciales nuevos/reformados
    con menos de 5 plazas de parking: deberá haber al menos punto de recarga para vehículos cada 5 plazas y 1 de cada 2 si se trata de oficinas y plazas de bicis, deberá ser al menos el 15% de la capacidad total.

    En todos los edificios no residenciales: como empresas y oficinas ya existentes con menos de entre 10 y 20 plazas deberá haber al menos un punto de recarga: 1 de cada 20 y el 15% de plazas para bicis de mayor dimensión que las estándar.

    En residenciales nuevos/reformados: deberá haber al menos 1 punto y pre-cableado de todas las plazas, capacidad de carga simultánea y 2 plazas de aparcamiento de bicicletas para cada vivienda.

    En residenciales ya existentes: deberá haber pre-cableado según proporción de eléctricos, que tendrán que ser costeados por todos los vecinos).

Acceso al Documento, no tiene desperdicio..

¿Y qué dice la Eurocámara?

Según la Comisión Europea, los edificios de la UE son responsables del 40 % de nuestro consumo de energía y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea aprobó una propuesta legislativa para revisar la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, que forma parte del paquete conocido como «Objetivo 55». La nueva Legislación Europea sobre el Clima (de julio de 2021) convirtió los objetivos para 2030 y 2050 en vinculantes.

La Eurocámara apoya la descarbonización del sector de la construcción para 2050

La revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios busca reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía en el sector europeo de la construcción de aquí a 2030, para conseguir que sea climáticamente neutro en 2050. También pretende aumentar la tasa de renovaciones de los edificios poco eficientes a nivel energético y mejorar el intercambio de información sobre la eficiencia energética.

Objetivos de reducción de emisiones

Los edificios residenciales tendrían que conseguir, como mínimo, la clase energética E en 2030, y la D en 2033 (en una escala que va de A a G, esta última corresponde al 15 % de edificios menos eficientes del parque inmobiliario nacional de un Estado miembro). Los edificios no residenciales y públicos tendrían que conseguirla en 2027 y 2030 respectivamente.

Los Estados miembros deberán prever en sus planes nacionales de renovación las medidas necesarias para alcanzar estos objetivos.

Medidas contra la pobreza energética

Los planes nacionales de renovación deberán incluir sistemas de apoyo para facilitar el acceso a las subvenciones y la financiación. Los Estados miembros deberán instaurar puntos de información gratuita y programas de renovación que no conlleven costes. Las medidas financieras deberán prever una prima importante para las renovaciones de gran calado —especialmente para los edificios con peor rendimiento energético— y deberán incluir también subvenciones y financiación específicas para los hogares vulnerables.

Excepciones

Las nuevas normas no se aplicarán a los monumentos. Los países de la Unión podrán excluir también, si lo desean, los edificios protegidos por su valor arquitectónico o histórico, los edificios técnicos, los de uso temporal y las iglesias y lugares de culto. También podrán hacer una excepción con la vivienda pública social, en aquellos casos en que una renovación llevaría aparejado un aumento del alquiler que no podría compensarse con el ahorro en la factura energética.

Los eurodiputados también quieren que los Estados miembros puedan ajustar los nuevos objetivos a una proporción limitada de edificios en función de la viabilidad económica y técnica de las renovaciones y de la existencia de mano de obra cualificada.

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