En la nueva era en la que vivimos, la de la tecnología, es más importante que nunca estar concienciados de la importancia del tiempo.  La gestión efectiva del mismo es clave para llevar una vida plena y feliz, así como para mejorar nuestra productividad y por ende, todos los aspectos de nuestra vida profesional y personal.

Los estudios revelan una estadística impactante y a su vez muy triste que debería darnos que pensar: dedicamos un promedio de 3 horas y 51 minutos diarios a nuestros dispositivos móviles.

Por no hablar de las horas perdidas frente al ordenador o viendo la serie de moda.

En definitiva: dedicamos más tiempo a nuestro móvil que a nosotros mismos y a nuestra propia familia.

Este fenómeno no solo tiene implicaciones en nuestra vida personal, sino que también repercute negativamente en nuestros negocios y en la relación con nuestros clientes, pues quedan delegados a un segundo plano e incluso, a un tercero.

El filósofo William Penn aportó una perspicaz reflexión: ”El tiempo es lo que más queremos pero lo que peor utilizamos”.  Esta afirmación nos confronta con una verdad incómoda: a menudo, desvalorizamos un recurso tan preciado como es el tiempo.

En medio del flujo constante de notificaciones, la tentación de las pantallas y la seducción de la inmediatez en línea, terminamos desperdiciando más de 7 horas al día.

Estas horas podrían dedicarse a cultivar pasiones, aprender nuevas habilidades o simplemente disfrutar de momentos de calidad con nuestros seres queridos.

Lo que repercutiría muy positivamente en todos los ámbitos de nuestra vida personal y profesional.

Y por supuesto en la calidad de los productos o servicios que ofrecemos.

La trampa de las excusas: barreras invisibles ante nuestros sueños

Es habitual para muchos de nosotros escudarnos en excusas como ”Me cuesta encontrar tiempo para innovar y actualizar equipos y técnicas de entrenamiento” “no tengo tiempo para seguir formándome y mejorar mis habilidades” o la clásica ”No me da la vida para más”…

Son barreras invisibles que nos ponemos nosotros mismos. Además, este tipo de evasivas las repetimos como un mantra que nos tranquiliza. Nos hace sentir bien porque nos autoengañamos afirmando que realmente estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos.

Sin embargo, lejos de ser simples declaraciones, se convierten en una muralla infranqueable que nos aleja de nuestros objetivos y sueños.

Y el problema es que no nos damos cuenta. O mejor dicho, no queremos hacerlo.

Pero es imperativo actuar con humildad y enfrentar la realidad: estas excusas nos están privando de una vida plena y satisfactoria.

Están lastrando nuestro desarrollo personal y profesional, lo que repercute muy negativamente en el grado de satisfacción de nuestros clientes y por supuesto, en nuestra propia felicidad.

Prioridades y organización: los cimientos de una operación exitosa

Es momento de una toma de conciencia radical y una reevaluación de nuestras prioridades y organización.

Es muy importante definir con claridad nuestro propósito y misión, esto es, lo que realmente quieres conseguir, pues nos proporciona un rumbo claro y nos facilita la elaboración de un plan de acción acorde a ello, lo que allanará el camino que tenemos que recorrer.

Es de vital importancia entender que, para alcanzar nuestras metas, lo primero que tenemos que hacer es reconocer el valor del tiempo y el impacto que nuestras elecciones diarias tienen en él.

La gestión eficaz del mismo es una habilidad que todos podemos cultivar y adquirir.

Implica tomar decisiones conscientes sobre cómo invertimos cada momento, desde los pequeños actos cotidianos hasta las grandes elecciones que dan forma a nuestra vida y nuestro negocio.

La organización se forma como la piedra angular de una operación bien conducida. Establecer metas claras, planificar actividades y asignar tiempo a cada una de ellas es esencial para aprovechar al máximo cada día.

Además, no podemos pasar por alto el poder transformador de la eliminación de distracciones.

Tomar el control de nuestro tiempo implica también aprender a decir ”no” a las demandas superfluas y a las tentaciones digitales que roban nuestra atención, y que nos hacen perder el foco en aquello que es realmente importante.

El valor inestimable del tiempo: prioridades y organización para una vida plena y satisfactoria

El tiempo: tu recurso más preciado.

En el vertiginoso ritmo de vida que llevamos, a menudo olvidamos el valor incalculable del tiempo.

Creemos que es infinito, que nunca se va a acabar, y por ello, no le damos la importancia que realmente merece para llevar una vida plena y feliz.

El renombrado escritor Harvey McKay nos regaló una reflexión que resuena en mi cabeza como una verdad innegable:

”El tiempo es gratis, pero no tiene precio. No puede ser tuyo, pero puedes usarlo. No puedes conservarlo, pero puedes gastarlo. Una vez lo has perdido, nunca podrás recuperarlo”.

Estas palabras nos recuerdan que el tiempo no espera a nadie y la importancia invaluable de cada segundo que conforma nuestras vidas.

Nos agitan nuestra conciencia y despiertan la necesidad de reflexionar sobre cómo lo manejamos:

¿Lo gestionamos, lo aprovechamos y, lo más importante, lo vivimos?

El llamado a la acción: tu tiempo, tu proyecto, tu vida.

Así que te invito, en este preciso instante, que te pares a reflexionar sobre cómo estás utilizando tu tiempo.

¿Lo estás dedicando a lo que verdaderamente importa? ¿Estás priorizando la salud y bienestar de tus clientes? ¿Y la tuya propia?

Recuerda, el tiempo es un regalo que no podemos recuperar una vez ha pasado. Aprovéchalo al máximo para conducir tus proyectos y vivir una vida plena y enriquecedora.

El reloj sigue su marcha implacable, pero está en tus manos decidir cómo lo aprovecharás. Cada minuto cuenta, cada elección importa. ¿Qué camino elegirás?
Lo tienes en tus manos.

Sergio González
CEO y fundador de NF Nutrition.
CEO y Co-fundador de Maseral.
Máster MBA + Digital Márketing

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