Las acciones de la empresa de equipos de fitness se desplomaron después de la pandemia y John Foley, su antiguo CEO y cofundador, vio cómo su fortuna se desvanecía en el proceso. La empresa, que llegó a tener un valor de mercado de 50.000 millones de dólares, apenas mantenía su estatus de unicornio cuando Foley renunció como CEO en febrero de 2022.
En su mejor momento, Foley tenía un patrimonio estimado en 1.900 millones de dólares, pero salió de la compañía con apenas 225 millones según Bloomberg.
“En algún momento, tenía una gran cantidad de dinero sobre el papel”, comentó Foley, quien fundó Peloton en 2012 y estuvo al frente de la empresa durante una década, en una entrevista con el New York Post. “Pero, lamentablemente, eso no se reflejaba en el banco. He perdido todo mi dinero. He tenido que vender prácticamente todo lo que tenía”.
Durante los primeros meses de la pandemia, la demanda de ejercicio en casa se disparó y las ventas de Peloton aumentaron un 250%. Las acciones de la compañía subieron más de un 400%, convirtiendo a Foley en multimillonario casi de la noche a la mañana. No obstante, la empresa sobreestimó la demanda cuando las restricciones por la pandemia se levantaron y las personas volvieron a hacer ejercicio al aire libre y en los gimnasios. Para noviembre de 2021, las acciones de Peloton se habían desplomado y Foley perdió su recién adquirido estatus de multimillonario.
En diciembre de 2021, la situación se complicó aún más cuando el episodio de estreno del reinicio de Sexo en Nueva York* (Just like that…), mostró la muerte de uno de sus personajes principales, Mr. Big, tras sufrir un ataque al corazón mientras utilizaba una bicicleta Peloton.
“Salíamos de la COVID. Las acciones ya estaban en caída libre. Y luego sucede lo de Mr. Big. Fue devastador”, recordó Foley. “De repente, empezaron a trolearnos y todo se vino abajo”.
La empresa, que llegó a tener un valor de mercado de 50.000 millones de dólares, apenas mantenía su estatus de unicornio cuando Foley renunció como CEO en febrero de 2022.
Desde entonces, Peloton ha tenido un nuevo CEO, Barry McCarthy, ha despedido a miles de empleados, ha subido precios y ha anunciado el cierre de tiendas para enfrentar la caída en la demanda pospandemia.
El colapso de las acciones de Peloton no solo acabó con el estatus de multimillonario de Foley. También lo obligó a reducir significativamente su estilo de vida, incluyendo la venta de una casa en East Hampton valorada en 55 millones de dólares y la reubicación de su familia.
“Mi familia lo ha llevado bastante bien”, comentó el empresario de 53 años. “Mi esposa ha sido muy comprensiva. Creo que mis hijos, en realidad, han salido fortalecidos de esta experiencia”.
A pesar de haber perdido gran parte de su fortuna, la amarga experiencia no ha apagado su ambición. Un año después de su renuncia, Foley recaudó 25 millones de dólares para su nueva empresa, Ernesta, una compañía de alfombras de venta directa al consumidor. Ahora confía en que la empresa podría generar hasta 500 millones de dólares en flujo de caja libre para 2030.
“Estoy trabajando duro para volver a ganar dinero… porque ya no me queda mucho”, concluye Foley. “Por eso ahora tengo más hambre y humildad”.