Cada vez está más demostrado que para tener un buen estado de salud debemos tener un tejido muscular competente, que sea capaz de fijar eficientemente la glucosa y sin grasa ectópica entre sus células.

Cuanto mayor es el sedentarismo menor es la eficiencia muscular y menor masa muscular tendremos. En los últimos años se está demostrando como las personas que son capaces de mantener un determinado porcentaje de masa muscular y mayor eficiencia en el funcionamiento de sus músculos tienen menor riesgo de caer en patologías o incluso llegan a vivir más años.

Musculura y tejido graso son órganos endocrinos

Tanto el músculo como la grasa deben ser considerados como un órgano endocrino, ya que por ellos mismos son capaces de segregar una serie de sustancias que inducirán a la resiliencia o a la claudicación respecto al estrés.

De este modo un buen estado de la musculatura será capaz de proporcionar una serie de mensajeros antiinflamatorios mientras que la grasa es capaz de reclutar y segregar citoquinas inflamatorias causando un aumento del estrés corporal.

Cada vez está más demostrado que para tener un buen estado de salud debemos tener un tejido muscular competente, que sea capaz de fijar eficientemente la glucosa y sin grasa ectópica entre sus células. De este modo, si consideramos los problemas cardiovasculares como una deriva de problemas inflamatorios no resueltos, el perímetro de cintura se torna un posible buen indicador de riesgo cardiovascular.

Masa muscular – Tejido adiposo – Resistencia a la insulina

En este apartado intentaré exponer la relación existente entre este triángulo de conceptos para aclarar el nexo entre grasa abdominal y sensibilidad a la insulina. Así poder entender por qué es clave para mantener un buen estado de salud que estos tres conceptos estén en equilibrio.

En octubre de este mismo 2019, la revista científica Nutrients (Regulation of Skeletal Muscle Glucose Transport and Glucose Metabolism by Exercise Training) ha publicado una revisión sobre la importancia de mantener un buen estado muscular y qué tipo de entrenamiento es mejor para mejorar la sensibilidad a la insulina de los músculos.

En esta revisión determinaron que los músculos son los encargados de captar entre el 70% y el 90% la glucosa del torrente sanguíneo, en definitiva si nuestra musculatura no es competente, no tiene una buena sensibilidad a la insulina, evidentemente tendremos mayores problemas para retirar la glucosa de la sangre.

Insulina y resistencia a la insulina

Esta hormona es segregada por el páncreas cuando aumenta la cantidad de glucosa en sangre con el único objetivo de que los distintos tejidos puedan captar el exceso de azúcar presente en los vasos sanguíneos. Cuanto mayor afinidad tengan los receptores musculares de la insulina, menos cantidad de insulina necesitaremos para extraer el azúcar de la sangre.

Cuando la sensibilidad de los receptores de la insulina en los músculos está alterada, bien por falta de musculatura, bien por atrofia por falta de actividad, la glucosa del torrente sanguíneo no será captada por el tejido muscular sino que la captará el principal tejido de almacenamiento energético de nuestro organismo que es la grasa.

Por tanto, cuando hay resistencia a la insulina a nivel muscular, tenemos una mayor predisposición a almacenar la energía ingerida en la comida en forma de grasa, generalmente visceral y/o abdominal.

Esta falta de sensibilidad de los receptores de insulina promueve una respuesta inmediata en nuestro organismo que se denomina hiperinsulinemia compensatoria, es decir, el páncreas fabricará más hormona para poder extraer la glucosa de la sangre. En un primer momento será útil pero a la larga producirá una mayor pérdida de sensibilidad a la insulina y por tanto un mayor aumento de la grasa.

En un apartado anterior explicaba que tanto el tejido muscular como el adiposo deben ser considerados órganos endocrinos en sí mismos, resaltaba como un buen estado muscular era capaz de estimular señalizadores antiinflamatorios, por el contrario el tejido graso induce a la producción de señalizadores inflamatorios. Si lo juntamos con lo expuesto en este apartado nos permitirá comprender mejor porqué se usa como un primer indicador de riesgo cardiovascular el perímetro de cintura.

Tipo de entrenamiento y efectos sobre la sensibilidad a la insulina

Este mismo artículo de Nutrients, concluía en lo referente a la mejor modalidad de ejercicio, que no hay diferencias significativas entre el entrenamiento de fuerza o de resistencia para lograr mejorar la sensibilidad a la insulina, es decir, que tanto un tipo de entrenamiento como el otro son absolutamente válidos.

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