El año 2020 ha sido el año de afrontar la adversidad, el año 2021 será el año de superarla. La pandemia por COVID-19 ha causado y sigue causando cuantiosos daños, pero también ha producido un hecho, qué aunque resulte paradójico, supone un aspecto positivo.

De muchos sucesos negativos, a veces, se pueden obtener enseñanzas que deben ser tenidas en cuenta, para mejorar nuestra vida o para evitar incurrir en los mismo errores que nos llevaron al suceso de daños producidos, o en cualquier caso, para minimizar sus consecuencias.

DESARROLLO

La crisis sanitaria ha obligado a incrementar las medidas de higiene y seguridad en dos ámbitos: de aplicación: 

  • El ámbito de los centros deportivos, gimnasios y piscinas cubiertas.
  • El ámbito de los propios usuarios en el triple aspecto de acceso, permanencia y uso de instalaciones, equipamiento y material deportivo.

En el caso de los centros deportivos, gimnasios y piscinas cubiertas, las medidas de higiene y seguridad abarcan:

  • Los espacios, recintos, locales y dependencias.
  • Instalaciones
  • Equipamiento
  • Material deportivo.
  • Material no deportivo para el desarrollo de las actividades que se realizan.  

Entendiendo como medidas de higiene:

  • Limpieza
  • Desinfección
  • Desinsectación
  • Ventilación

Dirigidos a las personas y sus derechos, entendiendo que las personas y sus derechos deben considerarse comprendidos en dos grupos:

  • Usuarios
  • Trabajadores

Es cierto que en un conjunto tan extenso como el de centros deportivos, gimnasios y piscinas cubiertas existentes en España, no se puede hablar en general de la adopción o no, de medidas de higiene y de seguridad por parte todo el colectivo, pero en cualquier caso, no es desdeñable tratar de aumentar los estándares de calidad mejorando los niveles de higiene y de seguridad. 

Además de las labores habituales que siempre se han venido realizando y que obviamente deben de continuar haciéndose por parte de los centros deportivos, gimnasios y piscinas cubiertas, convendría incorporar como habituales, una vez superada la crisis sanitaria por COVID-19, las medidas siguientes, que no excluyen sino que complementan, las que vienen realizándose obligatoriamente:

  1. Limpieza: 
  • Mantenimiento de las pautas de frecuencia de limpieza antes, después y durante la actividad a realizar.
  1. Desinfección: 
  • Aumento de las labores de desinfección sobre todo de las superficies de uso común como suelos, paredes, pomos de puertas, puertas, etc.
  • Desinfectar la suela del calzado al entrar, caminando sobre alfombrillas con desinfectante. A ser posible encastradas en el suelo para evitar tropiezos en situaciones de paso normal, o en situaciones de evacuación por emergencia que pudieran llegar a producirse.
  1. Ventilación
  • Mayor control de los niveles de dióxido de carbono de acuerdo con la normativa vigente: CTE DB-HS 3 (Calidad del aire interior) y Reglamento de Instalaciones Térmicas de los edificios (RITE).
  • Adecuar los niveles de ocupación a las recomendaciones hechas por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico para prevenir la propagación del COVID-19, que en su recomendación 1 (Caudal mínimo de aire exterior), dice los siguiente: 

… es posible que se deba recalcular la ocupación máxima de los espacios en base a la ventilación por ocupante’

Todo ello una vez superada la crisis sanitaria, con el fin de mantener los niveles de calidad del aire, sobre todo respecto a la concentración de dióxido de carbono.

(Respecto a lo anterior, conviene no confundir ventilación con climatización y esta con calentamiento del aire). 

Por ejemplo: Un aerotermo de agua caliente que carezca de una toma de aire exterior para renovar el existente dentro de un local, calentará y moverá el aire del mismo, pero no lo renovará.

  • Tener en cuenta la calidad del aire exterior que se introduce en un lugar cerrado para su ventilación.
  • Tener en cuenta las observaciones realizadas por los dos ministerios anteriormente citados, respecto al uso de ozono y el uso de la radiación UV-C (ultravioleta) para la desinfección de distintos patógenos en el interior de espacios cerrados. 
  1. Mejora de la ordenación espacial en los accesos y en la circulación en el interior de los espacios y recintos.
  • Mantenimiento de puertas de uso diferenciado para la entrada y para la salida.
  • Señalización de direccionalidad de paso interior dentro de los recintos y espacios.
  1. Mejora de la información 
  • Información a los usuarios con recomendaciones de pautas a seguir.
  • Información de la calidad el aire en los espacios cerrados, fundamentalmente en las piscinas cubiertas 
  1. Todas las medidas anteriores, junto con las ya habituales, documentadas en un Plan de medidas de higiene y seguridad a disposición de los usuarios y como acreditación ante cualquier situación en la que sea necesario mostrar y demostrar que han sido contempladas y adoptadas.
  1. Revisión y adecuación de la prevención de riesgos laborales a unos mayores estándares de prevención y protección en función de los riesgos propios de cada función a desarrollar por el personal, propio, o contratado eventualmente, como el siguiente:
  • Dirección y gestión.
  • Administración y calidad
  • Técnicos: Entrenadores, monitores y socorristas en piscinas.
  • Recepción, información y atención a los usuarios
  • Mantenimiento
  • Limpieza
  • Sanitario
  • Control y vigilancia.
  • Otro…

En el caso de los usuarios:

Entre otras pautas, las siguientes:

  1. Mantenimiento de una mayor higiene personal respecto al lavado de las manos, el uso de desinfectantes y la limpieza del equipamiento y del material deportivo de uso personal o en su defecto la señalización de haber sido utilizado para que puedan proceder a su limpieza el personal del centro, gimnasio o piscina cubierta.

Lavarnos las manos con más frecuencia, y hacerlo debidamente, ha requerido incluso campañas publicitarias en los medios de comunicación, pero ya que nos hemos habituado a ello, mantengamos dicho hábito.

  1. Mantenimiento de una distancia social de cortesía, no siendo necesario en los casos de encuentros entre personas conocidas y salutaciones personales. 

La distancia interpersonal ha sido objeto de estudio como pauta de comportamiento social, Dicho estudio tiene como referente el término proxémica acuñado por el antropólogo Edward Twitchell Hall (1914-2009) para referirse a la distancia interpersonal” que mantenemos cada uno de nosotros respecto a los demás.

Con fines de cortesía fueron fue implantada hace ya bastante tiempo en las zonas de caja de las oficinas bancarias y en algunos los mostradores de venta de billetes de ferrocarril y de avión.

Ahora con fines de prevención de contagio por COVID-19, se ha implantado una distancia interpersonal de 1,5 m.

Una vez superada la crisis sanitaria, sería conveniente seguir aplicando la distancia interpersonal en las filas de entrada a los recintos deportivos, o en las filas que puedan formarse con diferentes motivos en el interior de dichos recintos.

Esto se ha visto que es posible hacerlo, incluso con marcas en el suelo, y que todo es cuestión de habituar a los usuarios, habiéndose podido comprobar con ello, que han desaparecido las aglomeraciones de entrada y de salida, que no se han producido embotellamientos en los umbrales de paso y que incluso se ha evitado tener a desconocidos a una distancia social incómoda.

  1. Mantenimiento de la cortesía respiratoria:

Con motivo de la crisis sanitaria se nos ha recomendado que al estornudar o toser, incluso llevando mascarilla, nos cubriéramos la boca con la parte interior de la articulación el codo.

Esta pauta debiera mantenerse después de la crisis sanitaria, ya que habitualmente al taparnos con una mano y depositar en ella gotículas de saliva procedentes de la tos o el estornudo, damos la mano a otras personas o tocamos diferentes superficies u objetos sin haber tenido la ocasión o la intención de lavarnos las manos.

CONCLUSIONES

Muchas de las medidas adoptadas por la crisis sanitaria, han venido para quedarse, o al menos debería ser así, si se quiere seguir aumentando la calidad de los servicios deportivos y la excelencia en los mismos.

Hay cuestiones que se han venido admitiendo como por ejemplo la falta de control de la calidad del aire en muchos de los espacios cerrados respecto a la concentración de dióxido de carbono. Ahora que debido al COVID-19 nos hemos interesado y concienciado de ello, los centros deportivos, gimnasios y piscinas cubiertas, todos y no unos pocos, debieran aplicarlo, ‘ponerlo en valor respecto a sus usuarios’ e incorporar además del control de calidad del aire interior, las demás medidas de higiene y seguridad expuestas en el presente artículo.

José Luis Gómez Calvo.

Experto en seguridad. 

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